FUENTE: MAZUREK "ESPACIO Y TERRITORIO", 2006
La evolución de las metodologías de investigaciónComo la mayoría de las ciencias, la geografía fue sujeta a los grandes debates de la epistemología y se dividió en varias corrientes y escuelas que tuvieron un impacto importante en la historia de la humanidad. No es el objetivo de este libro presentar estas escuelas ni estos debates, el lector se referirá a clásicos como Claval, 1987; Johnston, 1983 o los artículos de Capel en la revista Geocrítica (Capel, 1983, 1987, 1989) o el reciente libro de Benko & Strohmayer, 2004. Sin embargo, es importante resaltar la importancia de estos debates en la evolución de las metodologías de investigación, y de la concepción misma del estudio del Espacio o del Territorio. Varias prácticas todavía utilizadas tienen su origen en concepciones pasadas y se transforman en preconceptos que orientan las políticas de manera, a menudo, incorrecta o generan malas interpretaciones científicas (ver Sokal & Bricmont, 1999).
Esquemáticamente, se puede distinguir cuatro grandes cuestionamientos epistemológicos que han tenido esta influencia:
El primer tema, que no es realmente específico a la geografía, es un debate desde hace mucho tiempo: la concepción “ideográfica” y “nomotética”, la universalidad y la unicidad, la especificidad o la diferencia de los lugares en contra de la generalidad de las leyes. Estas concepciones han dado dos grandes tipos de metodología de estudio del Espacio y del Territorio: un método basado en la descripción de los lugares y de las regiones, que se transformará en la “geografía regional”, cuyo principal investigador fue Vidal de la Blache; un método basado en la formalización de un orden de la Tierra, que llegó a la geodesia y a la topografía y más adelante a la geografía física y al desarrollo de una geografía muy técnica basada en una herramienta, los SIG (Sistemas deInformación Geográfica).
El segundo tema trata de la causalidad, o del determinismo de los fenómenos espaciales. Esta concepción nació con las ciencias naturales; desde Montesquieu, Buffon o Diderot, la ciencia se piensa como una relación directa entre la naturaleza humana y los fenómenos naturales, principalmente la intensidad de la radiación del sol o el tipo de clima. Hasta hoy, para varias escuelas, queda como implícita en la concepción del Espacio y particularmente del Territorio, a pesar de una dosis de “posibilismo” que no tuvo mucho éxito. La Geopolitik, nació de la antropogeografía de Friedrich Ratzel (1844-1904), y sirvió en los años 30 de base para justificar el nacional - socialismo. Hoy en día varias publicaciones de organismos internacionales intentan realizar relaciones de causalidad entre la naturaleza social y las características físicas de su hábitat (Banco Interamericano de Desarrollo, 1998; Gallup, et al., 2003). Esta concepción “simplista” todavía tiene sus aficionados, a pesar que las demás ciencias han mostrado que la explicación del medio físico tiene causas muy numerosas y muy variables, y que la lógica se complica por la posibilidad de elección y de acción que tiene el Hombre en manejar su territorio. Para un ejemplo de relación entre causalidad y estadística.
Otro tema de importancia es una concepción de la metodología como categorización de la naturaleza; proviene de los científicos del siglo XVIII, y fue el origen de la gran clasificación disciplinaria, que perdura hasta hoy en día: botánica, geología, química, etc. Esta concepción obliga a todo científico colocar sus observaciones y análisis dentro de clasificaciones y tipologías. Es por esta razón que la geomorfología tuvo tanto éxito y reconocimiento como ciencia, así como la biogeografía con las clasificaciones climáticas y en regiones naturales. La sociología no escapa a esta concepción (Clases sociales de la sociología del trabajo, conductismo de la comunicación, conducta en la sociología del crimen, concepción de etnias, identidad social y proceso de categorización, etc.). En la geografía humana, hubo varios intentos de categorización (los coremas de Brunet son uno de ellos), pero lo que dejó más huellas fue la práctica de la zonificación. El geógrafo no puede pensar afuera de límites y de zonas homogéneas; la concepción del continuum, muy utilizada en ecología por ejemplo, nunca se toma en cuenta en los estudios espaciales. La comprensión del territorio como zona delimitada y la lógica de control territorial con los límites administrativos, impiden una real reflexión sobre el continuum espacio - tiempo. Numerosas situaciones deberían retomarse con esta perspectiva: continuum rural - urbano, uso de los pisos ecológicos, interculturalidad, multi-actividad, la migración, la cadena productiva, etc...
El cuarto tema es el de la racionalidad newtoniana: la explicación por la ley, independientemente del lugar y del tiempo. Una gran parte de la investigación cuantitativa se dedica a la búsqueda de estas leyes. Varios modelos, ya citados en este libro, fueron el resultado de estas investigaciones: modelo de Von Thünen, ley de Zipf, modelo de gravedad, lugares centrales, etc. Toda una escuela de la geografía económica se dedica a este tipo de investigación, buscando poner las observaciones y los modelos en ecuación (Fujita, et al., 1999). El positivismo ha exacerbado esta concepción, negando todo tipo de información no racional (mitos, religión, etc.) a pesar de ser de
gran importancia en las ciencias sociales. El positivismo está basado en el razonamiento hipotético - deductivo. Eso significa que se considera el comportamiento humano como factor de un determinismo, que existe un mundo objetivo que pueden revelar estos factores, y que el investigador se muestra neutro frente a este mundo. En el caso del análisis espacial, eso significa que toda implantación humana, todo proceso dinámico, toda relación de interacción sean perfectamente deducibles y fuente de la construcción de leyes aptas para modificar la sociedad.
¿Cómo se inserta el estudio del Espacio dentro de las ciencias sociales?
Hoy en día, prácticamente todas las ciencias sociales se han apropiado del concepto de Espacio, como elemento fundamental de la comprensión de las sociedades humanas. Soja (Soja, 1989) llama esta integración el “spatial turn”, Gauchet (Gauchet, 1986) y Lévy (Lévy, 1999) el “Giro geográfico difuso en las ciencias sociales”. Veremos algunas referencias que pueden servir de apoyo a una lectura más profunda del tema.
En la sociología, varios autores (la Escuela de Chicago, Irving Goffman, Maurice Halbwachs, Marcel Gauss, Georg Simmel) han desarrollado una crítica de la sociología, basada en la problemática de la construcción social del espacio, de la forma en que el espacio interactúa en lo social (Giddens, 1995) y de los numerosos estudios de sociología urbana, entre otros la distribución del espacio privado y público (Gonzáles Ordovás, 2000).
La antropología toma, desde su inicio, el espacio como elemento fundamental en varios enfoques: espacio, territorio y cultura (Friedman J. y la globalización, Giddens A. y el tiempo - espacio en el mundo contemporáneo), la identidad, la ecología (Moran, 1990; Serres, 1990).
En psicología, la percepción pero más que todo la cuestión de la identidad individual y colectiva se ubica en un referente espacial (la psicología de Barrer y ambiental de H. Prohansky, la ciencia de la percepción de G. Gibson, o la psicología del espacio de A. Moles (Moles, 1972). El psicoanálisis también tiene sus precursores como el “espaciotransitorio” de D.W. Winnicott.
La filosofía, por supuesto ha tratado el espacio a través de la localización, de la amplitud del espacio (I. Kant), de la espacialidad (G. Bachelard) o de la fenomenología (M. Heidegger). El autor podrá referirse al texto de Almeida (Almeida, 1998) para una visión analítica.
La arquitectura (Le Corbusier y la relación entre lo construido y el espacio), la semiología espacial de Philippe Boudon (Boudon, 1980) o de Pierre Pellegrino (Pellegrino, 2000), el arte en la construcción del imaginario y el paisaje, etc., empiezan a tomar en cuenta lo espacial y su implicación en el comportamiento individual o colectivo en la sociedad.
Es en la economía que el impacto de la introducción de lo espacial fue lo más significativo. El enfoque espacial es relativamente nuevo en la economía; siempre se ha quedado marginado, a pesar de trabajos como los de Marshall, Lösch o Christaller. Muchos economistas han intentado introducir esta problemática, y sin duda, fue Walter Isard (Isard, 1956, 1960) el precursor de este enlace. Esta integración de lo espacial significó, para la economía pura, la aceptación de dimensiones externas a la economía (en particular la distancia) dentro de las funciones de producción y de intercambio: dos bienes homogéneos se vuelven distintos desde el punto de vista económico en la medida en que no están disponibles en el mismo lugar al mismo momento.
La descripción geográfica
La “descripción geográfica” es recién una metodología de estudio del Espacio y del Territorio, aplicable a todas las disciplinas que se interesan a este tema. Responde a la necesidad de una estrategia interpretativa (la problemática) que, obviamente, está basada en conceptos y prácticas determinadas por el conocimiento del investigador y de su disciplina.
En la figura, se pueden utilizar varias pistas metodológicas según la dirección o el enfoque que se necesita. Una orientación psicológica o antropológica si se usa los tres anillos: espacio vivido, pensado o percibido; una orientación ligada a la referencia disciplinaria (actor, investigador, tomador de decisión, comunicador) y una orientación hacia cuatro tipos de metodologías: sistema de signos, modelización, representación y organización.
Los cuatro anillos corresponden a cuatro niveles en la abstracción metodológica:
En el espacio vivido por la población, se trata de describir situaciones reales (en el sentido de vividas) y por este propósito, se puede utilizar métodos cuantitativas (encuestas, censo, etc. a partir de variables de descripción) o cualitativas como entrevistas, dibujos o relatos. Los libros que nos dejaron los grandes viajeros (Humboldt, Haenke, D’orbigny, Stübel, etc.) son basados en este tipo de metodología.
En el espacio mental, el científico se construye una representación de este espacio y de su organización gracias a varias metodologías de estudios: un sistema de signos, la construcción de imágenes, el análisis de la organización, o la modelización. Este nivel supone la transformación de la información adquirida precedentemente con un objetivo de orientación científica: investigación metodológica, comunicación, acción, investigación conceptual.
En el espacio percibido, se trata de proyectar hacia fuera la representación del científico. El acto de comunicación permite mostrar una percepción del espacio o territorio a través de los media; la interpretación de la organización permite transformación su percepción en acción; la investigación teórica se alimenta de definiciones y de conceptos que son la proyección de un modelo a la comunidad científica; la verificación del sistema de signos permite generalizar la experiencia y transformarla en metodología.
Cada disciplina o tipo de actor está a la interfaz entre por lo menos dos conjuntos de metodologías:
El actor social se encuentra entre la comunicación y la acción: toma la información comunicada para elaborar sus acciones.
El tomador de decisión normalmente actúa sobre todo en base a análisis científica; por eso esta en la interfaz acción - investigación.
El científico se encuentra a la interfaz entre investigación y construcción de metodologías;
El comunicador se interesa a los medios de comunicación y a las metodologías que permitieron construir la información.
La descripción geográfica se define entonces alrededor de cuatro grupos de metodologías cuyo uso será orientada en función del posicionamiento del investigador y de su problemática:
- La construcción del sistema de signos permite conocer por qué medio se va a realizar la descripción en el campo de la investigación: palabras claves y conceptos de una encuesta, elementos básicos de un paisaje, cuantificación de un proceso, referencial cultural, etc. Así, un paisaje se describe de manera muy distinta según la disciplina: geomorfología, geógrafo, agrónomo, etc., o según el actor: campesino, ingeniero, empresario, etc.. Elaborar un sistema de signos permite construir una base referencial indispensable para interpretar bien la información.
- La explicación y la interpretación de la organización del espacio (formas, estructuras, sistema, tendencia) que permite alimentar el conocimiento, tanto del investigador que de la sociedad (Ver capítulos anteriores).
- Una categoría heurística dónde la descripción de la situación geográfica sirve para definir los objetos de la descripción. El investigador analiza los signos de descripción, las estructuras, las tendencias, los actores implicados (fuerzas productivas, organizaciones, modos de producción, etc.), los evalúa e instaura reglas de representación que va modificando a medida que progresa su investigación o la acumulación de sus datos. En general, la descripción llega a la construcción de un modelo que se compara con el objeto estudiado gracias a fases deductivas en la investigación. El modelo, construido en una situación particular, se compara con una variedad de otros (el conocimiento científico) para construir definiciones y conceptos.
- Una categoría de la comunicación en la cual el objetivo no es definir, sino seducir.
La descripción sirve para construir imágenes del objeto geográfico, con el objetivo específico de comunicar la información a receptores. En este caso, la imagen puede ser construida según la visión del investigador, con el objetivo de hacer pasar un mensaje, conciente o no. También la imagen puede construirse en función de la demanda de los receptores, de sus preocupaciones.
La distinción metodológica entre estas categorías es muy importante en el manejo de la investigación: representarse un objeto geográfico es un acto de investigación, mientras la representación de este objeto es un acto de comunicación. La interrelación entre los dos es, por supuesto, indispensable, pero olvidar la diferencia sería confundir la diversidad de la Vida con el dibujo de la doble hélice de Watson y Crick. También la descripción debe servir para la re-interpretación y la verificación: cualquier otro investigador debe poder reproducir la descripción y verificar la interpretación; por eso, la metodología debe incluir el referencial de los signos utilizados.
Finalmente, cada acto de la descripción geográfica se aplica a un espacio determinado:
- El espacio geográfico, el territorio y el paisaje son conceptos que se aplican a espacios vividos; son “lo real”, construcción de la sociedad en un espacio físico, también real.
- El sistema de signos, la imagen, la organización y los modelos hacen parte del espacio mental, es decir, construcción mental de un investigador o de un actor;
- La explicación, la comunicación, la verificación o la definición de conceptos o teorías hacen parte del espacio percibido, es decir, construcción de una percepción de la realidad.
Es claro, pues, que la metodología utilizada depende de la posición del actor dentro de los anillos del espacio y de su problemática. Esta clasificación no es tampoco neutra para la aplicación de una metodología de investigación. El uso de una encuesta puede ser útil para la descripción del sistema de signos o de la organización espacial, muy poco para la construcción de un modelo; por lo contrario, el uso de la cartografía participativa es un instrumento indispensable para la modelización o la construcción de una representación mental de la percepción de un territorio o de un espacio. La descripción geográfica permite un análisis de los métodos necesarios al análisis del Espacio y del Territorio, en función de un objetivo particular.
ESPERO TE SIRVA AMIGA MAGDALENA
CONTINUARA..............
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